#ORGANIZACIÓN: Cómo prepararse para los parciales
abril 29, 2022
Mientras más organizada sea nuestra cursada, más fácil va a ser prepararnos para el parcial. Tener todo el material y las lecturas al día es clave. Eso a veces puede resultar aburrido o agotador, pero es más fácil mantener un ritmo tranquilo que apurarnos y enloquecernos durante los días anteriores al examen, que es cuando más tranquilos deberíamos estar.
A veces nos centramos tanto en comprender y retener todo lo que dice el material de lectura obligatorio que nos olvidamos de consultar lo utilizado y explicado en clases, que incluso puede ayudarnos a entender mejor a los diferentes autores.
Obviamente que aún así necesitamos leer el material obligatorio. Eliminar pasos nunca es una buena opción. Necesitamos conocer la fuente, intentando entenderla por nuestra propia cuenta, y luego beneficiarnos de las explicaciones del docente, los comentarios de las clases y otras formas de trabajo, como debates en foros, informes de entrega o trabajos prácticos.
Asimismo, cuestionarnos sobre estos aspectos también es una buena manera de poner en práctico lo aprendido o de ayudarnos a repasar mejor. Algunas posibles preguntas podrían ser:
- ¿Por qué el profesor hizo hincapié en ciertos aspectos del tema? ¿Por qué éstos son relevantes?
- ¿Por qué son importantes los puntos con los que trabajamos en los foros?
- ¿Qué aprendí o qué temas desarrollé con los trabajos prácticos realizados?
Como mencioné anteriormente, leer los textos de cada clase en tiempo y forma es importante para la cursada, además de que nos permite participar y consultar en el momento de la clase y no arrastrar dudas hasta el parcial. Resumir y tomar apuntes en esta etapa también nos va a dar tiempo extra para que, cuando tengamos que prepararnos para el examen, sólo tengamos que releer o repasar el material y no empezar de 0.
Las dudas no se resuelven por sí solas y aunque a veces pueda avergonzarnos hacerlo, es esencial preguntar y consultar para intentar resolverlas. Podemos intentar hacerlo por nuestra propia cuenta, consultando diferentes fuentes y materiales, pero también es importante aprovechar las clases de consultas que brinda el profesor, intercambiar información con compañeros, usar los medios que nos brinda la universidad o el entorno virtual para comunicarnos con el docente, entre otras posibilidades.
Estudiar para un examen no significa aislarnos del mundo de lo que nos divierte. Ambas cosas pueden convivir, especialmente porque estudiar no es un castigo. Además, pasar largas horas estudiando sin tomarnos un break no es bueno para nuestra salud mental y física. Necesitamos de esos momentos para desconectarnos y poder recargar energía.
Por supuesto, tampoco es bueno el privarnos del sueño. No sólo porque el cansancio físico y mental no nos va a ayudar a la hora de retener información, sino porque es algo esencial para que nuestro cuerpo y mente funcionen adecuadamente.
No hay fórmulas mágicas para preparar un examen o estudiar un tema, especialmente si el día de mañana queremos convertirnos en buenos profesionales. A veces tenemos que obligarnos a sentarnos y ponernos a estudiar, aunque hacerlo lleva mucha práctica y fuerza de voluntad.
Por esta razón la organización es tan importante: empezar temprano a preparar un examen nos permite ir más lento y no agobiarnos con el material. Por supuesto, pueden surgir imprevistos que harán que no podamos realizar algunas cosas en el tiempo que el docente o nosotros mismos nos habíamos impuesto. Son cosas que pasan. Mientras más organizados estemos, más fácil de recuperar serán esos días perdidos.
Pero, si nos cuesta recurrir a la famosa técnica del "culo-silla", aquí hay algunas formas que pueden servir para incentivarnos a lograr nuestros objetivos:
- Utilizar técnicas como el método pomodoro, en donde intercalamos periodos de estudio con momentos de descanso.
- Premiarnos luego de una jornada de estudio con cosas que nos gustan. Puede ser una película, un capítulo de una serie o la lectura de algunos capítulos del libro que morimos por saber cómo termina. Hablar con amigos o escuchar música también puede ser una buena opción, como el realizar cualquier otro tipo de hobby que tengamos.
- Unirnos a salas de estudio virtuales para rodearnos de otras personas que están en nuestra misma situación
- Juntarnos a estudiar con amigos, aunque no cursemos la misma materia o carreras. Podemos hacerlo de manera presencial o virtual, pero la compañía hace que el silencio pese menos. Además los breaks son más divertidos.
- Llevar un diario de estudio o de carrera nos ayuda a ver nuestro avance, a descargar frustraciones y a amigarnos con la experiencia. Puede ser una libreta, un archivo en word o incluso una cuenta de Studygram o blog.
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