#LEEMOS HISTORIA: Mary Rose de David Loades
agosto 07, 2020SOBRE EL LIBRO
“A paradise tall, slender, grey-eyed, possessing an extreme pallor'. The contemporary view of Henry VIII's younger sister, Princess Mary Rose, as one of the most beautiful princesses in Europe, was an arresting one. Glorious to behold, this Tudor Princess, with her red hair flowing loose to her waist, was also impossible for Henry to control.She first married the King of France, a match of great importance to Henry's diplomatic plans. He was dead within three months, danced to death by his young bride according to the court gossip of the period. She then secretly married her longtime admirer, Charles Brandon, Duke of Suffolk, one of the more notorious lovers of the Tudor period. After some uncomfortable arguments with her brother, she was publicly wedded to Brandon in 1515, at Greenwich Palace. Henry remained deeply attached to his sister, and may have named his great warship after her. He continued to support her, in spite of her later opposition to his wishes.David Loades' biography, the first for almost 50 years, brings the princess alive once more. Of all Tudor women, this Queen of France and later Duchess of Suffolk remains an elusive, enigmatic figure.”
David Loades recoge en este libro la singular vida de Mary Rose Tudor, hija de Edward VII y hermana de Henry VIII. Disfruté muchísimo de esta lectura porque el autor no da nada por sentado y hace un análisis real de su persona y de la relación que estableció con aquellas figuras que la rodeaban, a pesar de que no existe demasiada información sobre la vida de Mary (especialmente si se la compara con otros personajes de la era Tudor). Allí donde escasea la información sobre la princesa, Loades buscó incluir detalles de su entorno y de sus relaciones, intentando brindar un panorama general.
En lo personal, Mary Tudor es una de mis figuras históricas favoritas. Lamentablemente en muchas oportunidades en las que se hace mención de su persona se le adjudica un halo “romántico” y simplista, limitado a los personajes masculinos que la rodeaban, ya sea por la relación con su hermano (Henry VIII) o con su esposo (Charles Brandon, Duque de Suffolk). Loades debió recurrir a éstos sujetos, pues son de importancia en la vida de Mary, pero no olvidó la centralidad de la mujer en su propia historia.
El libro está organizado en capítulos que, generalmente, analizan episodios, roles o estadíos en la vida de la princesa. No tiene demasiados saltos temporales y el análisis es bastante lineal, sin idas y vueltas, lo que ayuda a que la lectura sea organizada.
Recomiendo este libro a aquellas personas que disfruten leer sobre realeza, época Tudor, historia inglesa o que estén interesados en conocer sobre una figura histórica que, a mi parecer, es una de las más interesantes del período. No como hermana favorita de Henry VII, amiga de Catalina de Aragón, opositora de Anne Boleyn, esposa de Charles Brandon o abuela de Lady Jane Grey; sino como una mujer en sus propias reglas, que supo imponerse y romper con algunos ideales en un período en donde esto no era común para las mujeres, ni siquiera para aquellas nacidas en la realeza.
SOBRE EL PERSONAJE HISTÓRICO
Mary Rose Tudor suele ser reconocida en la historia por sus roles de acompañante: la hermana favorita de Henry VIII, la joven esposa de Louis XII de Francia, la apasionada esposa del Duque de Suffolk, la amiga de Catalina de Aragón y ferviente opositora de Anne Boleyn. En la ficción, cuando no es olvidada, es minimizada al papel de la princesa romántica que es capaz de rebelarse por amor. Incluso otra Mary Tudor, su sobrina, hace que su historia y nombre pasen a un segundo plano en la historia de la era Tudor. Pero Mary Rose existió y fue más que una simple acompañante, especialmente si se tiene en cuenta su carácter desafiante y seguro en una época en donde la mujer no contaba con demasiadas libertades.
Se cree que Mary Rose nació un 18 de Marzo de 1495 (o 1496) y fue la menor de los hijos sobrevivientes del rey Henry VII y su reina consorte, Elizabeth de York. Cuando la princesa nació contaba con tres hermanos mayores: Arthur, Henry y Margaret. Una cuarta hermana mayor, Elizabeth, murió poco tiempo después del nacimiento de la niña, con tan sólo tres años.
Cuando Mary tenía aproximadamente diez años, su hermana Margaret contrajo matrimonio con el rey James IV de Escocia, lo que convirtió a Mary en la tercera dama de la corte, según importancia, detrás de su madre y su abuela, Lady Margaret Beaufort. Fue educada desde pequeña en el arte y la música, aprendiendo a tocar varios instrumentos, pero su educación estaba especialmente orientada en formar a una futura consorte y en otorgarle los elementos necesarios para manejar un hogar, respetando siempre el status que se esperaba para la hija de un rey. Pero la infancia de Mary estaría marcada por muchas tragedias: la muerte de tres hermanos menores, la muerte de Arthur, Príncipe de Gales, la muerte de su madre tras complicaciones con su último embarazo y, finalmente, la muerte de su padre en 1509, lo que convirtió a Henry en el nuevo rey.
En 1508 se llevó a cabo en el Palacio de Richmond, Inglaterra, un matrimonio por poder entre Mary y el Archiduque Carlos, nieto del Emperador Maximiliano I e hijo de Juana I y Felipe I, reyes de Castilla. La ceremonia fue dirigida por el Arzobispo de Canterbury y como el archiduque no se encontraba presente, John de Berghes lo representó. Esta celebración fue el resultado de una larga negociación entre el Emperador Maximiliano I y Henry VII y si bien los matrimonios por poder eran sumamente comunes en la época, especialmente cuando se trataba de afianzar alianzas, no aseguraban el futuro, menos aún si los “novios” eran menores de edad. Finalmente, el matrimonio no llegó a confirmarse con ambos esposos presentes y en 1513, el compromiso fue roto. Mary quedaba libre para que el Rey pudiera establecer futuras alianzas políticas y económicas.
En 1514, a través de un Tratado de Paz con Francia negociado por el Cardenal Thomas Wolsey, se estableció el compromiso de la princesa con Louis XII de Francia y la boda se llevó a cabo el 9 de octubre de 1514 en Abbeville, luego de un anterior matrimonio por poder. En ese entonces Mary contaba con tan sólo 18 años, mientras que su esposo tenía 52. De este matrimonio se esperaba que Mary pudiera concebir un heredero varón para el trono de Francia, pero esto no llegó a suceder ya que Louis XII murió en enero de 1515, a los pocos meses de su matrimonio. Esto le otorgó a Mary el sobrenombre de “la reine blanche” (“la reina blanca”) debido a que la realeza francesa utilizaba el blanco como color de luto. David Loades menciona en su libro que estuvo casada ochenta y dos días y el período de duelo era de cuarenta días, así que fue un sobrenombre más que merecido. Luego de que la corte francesa se aseguró de que Mary no estaba esperando ningún hijo del difunto rey, Henry VII envió a Charles Brandon, Duque de Suffolk, a que buscara a la princesa para su retorno a Inglaterra.
Cuando Mary partió a Francia para su boda con Louis XII, en su despedida la princesa le hizo prometer a Henry VIII que cuando el rey francés muriera, ella podría escoger con quien casarse. Poco se sabe sobre cuál fue la respuesta concreta, pero en base a la correspondencia entre los hermanos parece que Henry accedió a este pedido porque es algo que Mary le recuerda en más de una ocasión. Sin embargo, algunos autores (entre ellos Loades) estipulan que el rey accedió a esta promesa para calmar a Mary y evitar cualquier tipo de rebeldía por parte de la joven. Cuando su hermana se convirtió en viuda, posibles negociaciones de matrimonio para la joven comenzaron a surgir (incluso dentro de la corte francesa) y, en el momento en el que envió al Duque de Suffolk para que la trajera nuevamente a Inglaterra, le hizo prometer que no se casaría con Mary.
Esto demuestra que Henry conocía “algo” sobre una supuesta relación entre Charles Brandon y Mary, aunque no se sabe exactamente qué. Algunos historiadores descartan una relación previa o discusión sobre una posible boda, especialmente porque Mary había estado comprometida al archiduque Carlos en su etapa anterior a convertirse en reina de Francia y porque Charles Brandon no tenía nada que ofrecerle a Henry a nivel económico y, menos aún, en cuanto a una alianza política importante. Probablemente se trataba de un “enamoramiento” de la princesa de alguien que pertenecía al círculo cercano de Henry VII, pues Charles Brandon era compañero de justas y amigo del Rey. Pero Charles no cumplió su promesa y una boda secreta ocurrió en París, entre finales de febrero y principios de marzo de 1515.
David Loades explica que, contrario a la creencia popular, no se trató de una decisión impulsiva o meramente emocional, sino que probablemente fue una cuestión que discutieron y evaluaron durante varios días. Para Mary, más allá de cualquier tipo de enamoramiento adolescente, el matrimonio con Charles significaba la posibilidad de dejar de ser una pieza jugable dentro del tablero de ajedrez que representaban las alianzas y negociaciones entre las diferentes casas reinantes de la época. Para Charles, su cuarto matrimonio significaba un aumento de status, especialmente porque cualquier descendiente de la pareja tenía derecho a reclamar el trono inglés si Henry VIII moría sin descendencia.
Era muy probable que el rey no permitiese una unión entre ambos, así que se decidió realizar una en Francia sin la autorización de Henry. Luego de la boda y la consumación del matrimonio, ambos le escribieron contando lo sucedido y también buscaron la intervención de Thomas Wolsey para ayudar a calmar las posibles reacciones de Henry. Por supuesto, toda la situación enfureció al rey, especialmente porque el comportamiento del Duque de Suffolk (es decir, contraer matrimonio con alguien de la familia real sin el permiso del rey) significaba traición y hasta podía ser penado con la muerte. Finalmente, luego de varias cartas discutiendo la situación, Henry VIII autoriza el matrimonio y la pareja celebra una segunda boda en Francia, el 31 de marzo de 1515, para regresar a Inglaterra a principios de mayo. Entre las negociaciones del rey con los recién casados, se establece que Mary debía regresarle al rey su dote completa y que Brandon perdería la tutela de algunas tierras que eran el resultado de sus matrimonios anteriores, además del ingreso económico que dependía de ellas.
El 13 de mayo de 1515 se realiza una tercera boda, esta vez en Inglaterra y en presencia de Henry VIII. La pareja es recibida nuevamente en la corte y se establece en Westhorpe Hall, Suffolk. Aparentemente los Duques de Suffolk vivieron sin demasiadas complicaciones, más allá de algunas deudas contraídas en mayor medida por la mala administración de Charles, y supuestamente tampoco perdieron el favor del rey. Mary se hizo cargo de la crianza de Anne y Mary, las hijas que el Duque de Suffolk tuvo con su segunda esposa, además de los cuatro hijos que tuvieron juntos: Henry (quien nació en 1516 y murió en 1522), Frances (1517), Eleanore (1519) y Henry (1523).
Debido a los diferentes embarazos y a una salud frágil, la presencia de Mary en la corte fue cada vez menor y su última presencia oficial fue en 1527 para la recepción de embajadores franceses. Loades expresa que la ausencia de Mary en la corte también tuvo que ver con la “desilusión” que sufrió por el comportamiento que su hermano tuvo ante su primera esposa, Catalina de Aragón, especialmente a partir de junio de 1531, cuando Catalina es desterrada de la corte. Mary y Catalina, quien había sido su cuñada por partida doble, compartían una gran amistad y ante la aparición de la figura de Anne Boleyn, Mary no dudó en tomar partido por Catalina y oponerse a la relación de Henry y Anne.
Algunos historiadores sugieren que existió un episodio previo a éste que hizo que Mary se opusiera con tanto énfasis a la figura de Anne, pues ella había formado parte del séquito de damas que la acompañó en su estadía en Francia, pero no existe ninguna prueba fehaciente de esto. Mary se negó a participar de cualquier acto de la corte en el que Anne estuviese presente y su ausencia fue notable en septiembre de 1532, cuando Anne recibió el título de Marquesa de Pembroke, y en la visita del rey Francis I de Francia. Su esposo, en cambio, continuó participando de los eventos que se realizaban en la corte, incluso de la posterior coronación de Anne Boleyn en junio de 1533.
Mary pasó los últimos años de su vida recluida en Westhorpe Hall. A pesar de todo, su cariño por Henry pareció no desaparecer, como queda demostrado en la correspondencia que mantuvo con su hermano hasta el final de sus días, a quien llamaba “most dearest and best beloved brother”. Quien fue considerada una de las princesas más hermosas de europa, murió el 25 de junio de 1533 a los 37 años, en compañía de sus hijos Eleanore y Henry , probablemente como consecuencia de la enfermedad del sudor inglés que había contraído en 1528 y de la que nunca se recuperó adecuadamente, aunque algunos historiadores sugieren como posibles causas de muerte al cáncer o a la tuberculosis. Su cuerpo fue embalsamado y permaneció en “capilla ardiente” en Westhorpe Hall por tres semanas antes de su entierro en la Abadía de Bury St Edmunds, lugar escogido por ella para su descanso final. Por tradición, ni su esposo ni su hermano se encontraban presentes en el funeral y fue su hija Frances quien dirigió el servicio. Como hija de rey, hermana del actual rey de Inglaterra y Reina Viuda de Francia, el funeral de Mary mantuvo el status y la heráldica perteneciente a alguien de su categoría. Debido a su papel como gran dama de la corte inglesa, también recibió días después un funeral honorífico en Westminster al cual asistieron el Rey y el Duque de Suffolk.
A pesar de ser Duquesa de Suffolk, fue conocida por sus contemporáneos (y también en su posterioridad) como Mary, Reina de Francia. A lo largo de sus vidas Henry y Mary compartieron un lazo significativo: su hija con Catalina de Aragón (la futura Mary I de Inglaterra) y el barco de guerra más importante de la armada británica (el Mary Rose) fueron nombrados en honor a ella. Una de sus nietas fue la famosa Lady Jane Grey, la reina de los nueve días, quien pudo reclamar su derecho al trono como bisnieta de Henry VII. Con la muerte de Mary desaparece también un período significativo de la era Tudor, aunque los turbulentos años del reinado de Henry VIII lo ponen en un segundo plano. Queda en la leyenda el recuerdo de su rebeldía y su belleza, la historia de alguien de quien alguna vez Erasmus dijo "Nature never formed anything more beautiful."
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
Loades, David (2014). Mary Rose. Tudor Princess, Queen of France, the extraordinary life of Henry VIII’s sister. Amberly Publishing.
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Nos leemos prontito.
¡Saludos!
Vane.
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