¡Hola a todos! En esta publicación les voy a contar un poco sobre la carrera que estoy estudiando y, de paso, aprovecharé para responder algunas de las preguntas que más se me cruzaron por el camino (tanto en instagram como en el día a día) cuando menciono que soy estudiante de Licenciatura en Historia.

No es muy común que cuando nos preguntan qué estudiamos, contestemos el nombre completo de la carrera. Siempre solemos “acortar", así que si me preguntaban qué estudiaba respondía simplemente “Historia”. Dejé de hacerlo cuando me cansé de que me dijeran cosas como “ahh, vas a ser profesora” o “ufff, tus alumnos te van a odiar”. Ahora, cada vez que me preguntan respondo el nombre completo de la carrera, “Licenciatura en Historia”, y me enfrento a situaciones como:

- Cara de asco y un rápido cambio del tema

- Cara de “no sé qué es eso y tampoco estoy tan interesada como para preguntarlo”

- “Ah, o sea, para dar clases...”

- “¿Y la Licenciatura qué sería?”

Voy a hacer honor a la última situación y responder efectivamente a esa pregunta. Y es que no hay mucho misterio: a simple rasgo, el Licenciado en Historia se ocupa  de la investigación y/o la divulgación histórica. En otras palabras, es el historiador que se dedica a analizar, investigar y exponer temas, situaciones o momentos específicos en la historia. Durante la carrera nos enseñan a utilizar y consultar fuentes de investigación, nos orientan en la escritura académica y, finalmente, en el último tramo de la carrera nos sueltan un poco la mano para que podamos realizar nuestros propios trabajos y, por supuesto, nuestra primera investigación en solitario con un tema escogido de manera personal: la tan temida Tesis.

Una pregunta a la que me enfrento con frecuencia cuando hablo de mi carrera, aún cuando explico qué hace un licenciado en historia, es: ¿los Licenciados en Historia pueden ser profesores?. Y sí, pueden. Los Licenciados en Historia están habilitados para enseñar a nivel universitario y cumplir suplencias en escuelas y colegios, siempre y cuando esté permitido ( Esto suele variar muchísimo dependendiendo de las provincias y los tipos de colegios, ya sean públicos o privados. Obviamente, un Licenciado en Historia estará en las listas de suplencia para secundarios por debajo de aquellos que cuenten con el título de profesor o similar y no podrán convertirse en titulares, aunque nuevamente esto puede variar dependiendo a provincia). Pero en la Licenciatura no contamos con un tramo pedagógico y, generalmente, las materias son vistas desde una mirada muy diferente a la que se las ve en los profesorados (especialmente si comparamos con Terciarios). En aquellas universidades donde las materias troncales y de conocimiento general se comparten con la carrera de Profesorado, suele romperse ese equilibrio con las materias específicas de las carrera (es decir, donde se enseña o se trabaja sobre todo lo relacionado a la investigación histórica)

Entonces, ¿a qué se dedica un Licenciado en Historia si no es a enseñar? Principalmente, a ser investigador. Dicho sea de paso, no es que quienes estudiamos Historia -al finalizar la carrera- nos dedicamos a investigar absolutamente TODO. Lo común es que se opte por estudiar e investigar una época específica o alguna situación especial, casi siempre en un período particular, para especializarse exclusivamente en eso.

¿Por qué necesitamos de un marco espacio-temporal para investigar? Porque, como mencioné con anterioridad, en Historia estudiamos y analizamos "un poco de todo". No nos centramos únicamente en hechos históricos y en los personajes involucrados en estos hechos, sino que también estudiamos los aspectos económicos, políticos, sociológicos, filosóficos, antropológicos y, en algunas ocasiones, también los aspectos psicológicos de los sucesos, grupos e individuos. Además, no siempre los analizamos como cuestiones aisladas. Tenemos que prever que todo hecho histórico tiene antecedentes y consecuencias, por menores que parezcan. Como si cada hecho se tratara de un eslabón más en una cadena muy, muy larga. Y es bastante común, también, que el investigador decida investigar teniendo en cuenta únicamente algunos de estos aspectos, no todos. ¿Por qué? Porque si los analizara “en su totalidad” para una única investigación, le llevaría años o toda una vida. Incluso hablar de una “totalidad” sería algo sumamente ambiguo, poco práctico y sin demasiado sentido. Además, los historiadores suelen estar acostumbrados a las relaciones interdisciplinarias; es decir, trabajar en equipos o consultar para algunas investigaciones a especialistas de otras disciplinas, como antropólogos, politólogos, sociólogos, arqueólogos, economistas, etc.

Desde mi punto de vista, creo que aquellas personas que dicen que “no les gusta la historia” es porque aún no comprendieron que TODO es historia. No solamente el prócer del que nos hablan desde primaria, sino también cada acción o situación por la que pasaron tus abuelos, tus padres, tus amigos y por la que uno está transitando, también. Porque todos somos parte de un contexto y ese contexto forma parte de un panorama aún mayor que nació a partir de antecedentes de situaciones anteriores y que tendrá consecuencias positivas y negativas que afectarán a contextos posteriores. Y, al mismo tiempo que algunas regiones o países puedan presentar situaciones similares, hay individualidades que hacen que el panorama sea aún mucho más interesante de estudiar.

Entonces, si me preguntan porqué estudio Historia, creo que no hay respuesta mejor que porque siento que es la base de absolutamente todo, porque no hay nada que me emocione más y porque creo fielmente que, al no poder definirlo con algo que explique realmente lo que significa y lo importante que es para mí, opto por decir que simplemente es magia pura y verdadera.

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